República de Costa Rica 2003
| ||
28 de abril, lunes
A las siete y media salimos del hotel hacia la entrada de la Reserva Biológica del Bosque Nuboso de Monteverde.
Ningún vehículo en el parqueo, así que somos los primeros turistas en llegar.
El mariposario resulta más interesante de lo esperado. Vemos las crisálidas y las pupas de diferentes mariposas. Hay unas crisálidas en la mesa de la entrada y voy yo y las echo mano creyendo que eran pines dorados y no, ¡están vivas! También tienen cucarachas doradas, la Hércules, insectos mimetizados como ramitas, tarántulas, escorpiones, etc. Cuando se conocen a estos maestros del camuflaje se comprende que veamos tan pocos animales en nuestros paseos por el bosque. En enormes jaulas parecidas a viveros vemos las mariposas: la transparente, la morpho, los falsos correos, etc. Ya fuera, tomamos un sendero para dar un paseo sin rumbo fijo y no llevamos recorridos ni veinte metros que nos topamos con un zorro gris. En vez de escapar se sienta tranquilamente sobre lo alto de una gran roca a esperar a que pasemos. Nosotros nos sentamos también a observarlo y así pasamos diez minutos, en contemplación mutua. También vemos algunos pájaros en dura lucha contra un rapaz. Total, que hemos visto más animales en quince minutos aquí que en cuatro horas en el bosque nuboso. Hoy sí, cenamos en Lucía.
|